Una conductora giró de repente a la izquierda y me comí su coche”. En realidad fue el coche el que engulló a Luis González cuando se desplazaba en su bicicleta por la avenida de Moratalaz, en Madrid. La mujer atravesó tres carriles en dirección contraria situados a su izquierda, por un lugar prohibido, sin percatarse de que un ciclista circulaba por uno de ellos. “Conseguí frenar pero reboté con la luna, salí volando por el aire y caí de cabeza”, relata. Tan fuerte fue el impacto que “la gente que vio el accidente pensó que me había matado”. Pero a pesar de las contusiones por todo el cuerpo, un esguince cervical y una lesión en la rodilla, González, totalmente recuperado, puede contar hoy lo que le sucedió aquel día. No sabe si salvó su vida gracias al casco que llevaba, pero sí es consciente de que redujo la intensidad del golpe en el cráneo.