El trato que les dispensan las compañías de seguros es la principal queja de las personas que han pasado por el trance de un verse inmersas en un siniestro de circulación. Así lo reflejan los datos recogidos por la Unidad de atención a las Víctimas de Accidentes de Tráfico (Uvat) que cumple ahora su primer año de existencia en la Jefatura Provincial de Tráfico de Badajoz. Su misión es ofrecerles información y asesoramiento sobre los recursos disponibles para afrontar sus nuevas circunstancias, sean sanitarios, legales, económicos o sociales.
Cuando alguien sufre un accidente de tráfico experimenta, dependiendo de la gravedad del mismo y de la situación personal de cada cual, un cambio que le afecta o puede afectar en muy diversos órdenes de su vida. Consciente de esta situación, la Dirección General de Tráfico creó, de la mano de María José Rodríguez de Armenta, la unidad de coordinación de las 52 oficinas provinciales de atención a las víctimas de accidentes, que en Badajoz lleva Soledad Lerma, y desde su apertura ha atendido 12 casos en total.
«Vienen personas muy perdidas a pedir información de muy diversa índole» tras sufrir un accidente de tráfico tanto en carretera como en la ciudad, en calidad de peatón o de conductor. «Y vienen con lesiones físicas y emocionales que a veces, incluso, les cuesta reconocerse en ellas», en ese estado de trastorno por estrés postraumático, según explicó Soledad Lerma.