Si el abogado de Luis González no hubiera acudido al lugar del accidente tras haber sido atropellado en su bicicleta, “la policía habría redactado mal el atestado” y quizá no habría recibido ninguna indemnización. “Yo estaba en una ambulancia mientras la conductora me culpaba porque, según decía, su semáforo estaba en verde, y era cierto, pero solo para continuar en línea recta, porque estaba prohibido girar a la izquierda tal y como hizo”, explica González.
“La regla general es que el que reclama tiene que probar los hechos”, explica Miguel de Prada, abogado de Indemnización por Accidente. Sin embargo, en los procedimientos de tráfico existe, según De Prada, una excepción: “Se considera que conducir un vehículo a motor supone un riesgo, por lo que al ciclista le bastaría con demostrar que un coche le ha dado un golpe y le ha producido unas lesiones”. El conductor, en cambio, tendría que probar que no ha sido el culpable.