La tarea de conducir lleva consigo la manipulación constante de unos mandos que pueden utilizarse con los pies (pedales) y otros con las manos (dispositivos). De ahí, que tengamos que realizar a motor parado y antes de ponerlo en movimiento, una serie de comprobaciones previas a la conducción como son: la regulación del asiento incluyendo el respaldo y nuestra postura al volante para llegar de manera fácil, segura y cómoda a dichos mandos y dispositivos del vehículo.
Si no realizamos esas comprobaciones estaremos expuestos a sufrir, por un lado, mayor cansancio tras sumar dificultad a nuestra capacidad de maniobra durante la conducción y por otro, una acomodación incorrecta dentro del vehículo o una mala postura como, por ejemplo, ir encogido, estirado o conducir con una sola mano, puede acarrear además un mal funcionamiento de loselementos de seguridad pasiva y en consecuencia, agravar las lesiones en caso de producirse una colisión.
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