- Se reducirán en las vías convencionales (a 90, 70 ó 50 km/h) y en gran parte de calles (30)
- Subirá a 130 km/h en tramos de autopistas y autovías cuando lo indiquen los paneles
La gran mayoría de las carreteras y calles españolas verán modificados sus límites de velocidad a partir de la próxima primavera, que será cuando entre en vigor la reforma del Reglamento General de Circulación que ultima la Dirección General de Tráfico (DGT), y que aprobará próximamente el Consejo de Ministros.
Fuentes asistentes a la reunión del último Pleno del Consejo Superior de Tráfico aseguraron que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, anunció que el Reglamento, que entrará en vigor tres meses después de publicarse en el BOE, quedaría listo para después de las fechas navideñas.
Durante la presentación de los datos de siniestralidad vial de 2014, Fernández Díaz destacó que las carreteras convencionales (las de un único carril por sentido) concentran «la mayor cifra de accidentes y de víctimas», lo que no supone «ninguna novedad respecto a la tendencia de los últimos años».
De hecho, en estas vías murieron el año pasado 894 de las 1.131 personas que se dejaron la vida en las carreteras (79%), 32 más que en 2013, cuando la siniestralidad se redujo en las autovías (189 fallecidos, 29 menos) y en las autovías (55, seis menos).
Fernández Díaz aseguró que «la velocidad tiene mucho que ver» en este incremento de la siniestralidad, ante lo cual el nuevo Reglamento General de Circulación modificará los límites de velocidad en las carreteras secundarias «siempre a la baja», ya que, según los tramos, pasarán de 100 a 90 km/h, de 90 a 70 km/h o de 90 a 50 km/h.
Además, señaló que el límite en autopistas y autovías continuará siendo de 120 km/h, si bien «en determinados tramos y circunstancias debidamente señalizadas» se podrá circular puntualmente a 130 km/h. «Los datos que tenemos ponen de manifiesto que esta política es la correcta», añadió.
Nuevos límites en carreteras convencionales
El Reglamento General de Circulación incluirá las novedades en la última reforma de la ley de tráfico, en vigor desde el pasado 9 de mayo, salvo el apartado de los cambios en los límites de velocidad, que llegarán a las carreteras y las ciudades con el Reglamento.
El primer borrador del texto señala que el límite en carreteras convencionales para coches, motos y cuadriciclos bajará de 100 a 90 km/h cuando circulen por una vía con un ancho de al menos 6,5 metros (baremo que sustituye a los actuales 1,5 metros de anchura del arcén), de 90 a 70 km/h si la calzada es menor de 6,5 metros y con marcas de separación entre ambos sentidos, y de 90 a 50 km/h si tiene menos de 6,5 metros y no hay líneas discontinuas entre los carriles. Y en las vías secundarias sin pavimentar no se podrá circular en ningún caso a más de 30 km/h.
En cuanto a las autovías y autopistas, la intención de Tráfico es mantener el límite a 120 km/h, si bien los turismos y las motos de dos o tres ruedas podrían circular a 130 km/h cuando lo indiquen los paneles de mensaje variable «de forma temporal y en tramos en los que existan índices contrastados de seguridad, buenas condiciones de trazado y pavimentación y óptimas condiciones meteorológicas y ambientales».
Conducción más lenta en las ciudades
Por lo que respecta a las ciudades, el límite de velocidad se reducirá a 30 km/h en las calles con un máximo de un carril por sentido, en tanto que bajará a 20 km/h en las que cuenten con una plataforma única de calzada y acera. En el resto de los casos (principalmente, las vías con más de un carril por sentido), se mantendrán los 50 km/h. La directora general de Tráfico, María Seguí, aseguró el pasado verano en un acto público que «la mayoría de las calles de nuestras ciudades» tendrán un límite de 30 km/h.
Según datos del Ministerio de Fomento, España tenía a 31 de diciembre de 2013 un total de 165.361 kilómetros de carreteras, 26.073 de ellos gestionados por el Estado (por los que transita el 50,9% del tráfico total), 71.145 kilómetros por las comunidades autónomas (43,3% del tráfico) y 68.143 por las diputaciones provinciales y cabildos insulares (5,8% restante).
De ese cómputo total, las carreteras convencionales suponen el 55,5% de las estatales (14.468 kilómetros) y el 94,5% de las autonómicas (67.230). Con ello, se concluye que buena parte de las calles de las ciudades y de las vías interurbanas verán reducidos los límites de velocidad en la circulación de vehículos.
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http://www.elmundo.es/espana/2015/01/06/54abb52f268e3e11688b456b.html?cid=SIN12201